A pesar de mi corta edad, no puedo disfrutar de una buena salud. Acostarme en la cama cada dos semanas con fiebre, tener dolores en las extremidades, sentirme exhausta y con la conciencia nublada, se ha convertido casi en algo normal para mí durante los últimos años.
Los enfoques tradicionales aún no han podido proporcionarme ni una explicación ni, en consecuencia, un tratamiento adecuado.
Afortunadamente, conocí la microinmunoterapia, una estrategia de tratamiento que ya me ha ayudado mucho. Desde que comencé mi tratamiento con las fórmulas de microinmunoterapia, la frecuencia de los ataques ha disminuido considerablemente y ahora tengo más esperanza de que pronto dejaré atrás esta desagradable situación. Este tipo de terapia requiere paciencia, ya que los resultados no se notan de la noche a la mañana, pero la paciencia tiene su recompensa.
He recuperado mi calidad de vida. Incluso si todavía no he llegado al final del camino, ahora puedo mirar hacia adelante con confianza.